octubre 29, 2020 0 Comentarios

Menos del 40% de pacientes de 65 años va al dentista

Más que increíble lo que viene ocurriendo es preocupante, puesto que se ha advertido que menos del 40% de los adultos mayores van al dentista anualmente, cuando la media de la población general es del 52%.

Es importante mencionar la interrelación que existe entre una mala salud oral con algunas enfermedades no transmisibles, como problemas cardiovasculares y respiratorios, la diabetes, obesidad, alzheimer o el cáncer bucal.

Es responsabilidad de los odontólogos la difusión tanto a los adultos mayores como a sus cuidadores y la población en general sobre los principales factores de riesgo de las enfermedades orales, entre las que destacamos una alimentación inadecuada, el consumo de azúcar, tabaco o alcohol , además de informar sobre los problemas que conlleva tener un mal estado de salud bucal y como repercute este en su salud general, su bienestar físico y mental.

De igual forma, se ha señalado que las patologías más frecuentes en esta etapa de la vida son la disminución de producción de saliva o xerostomía, que afecta a uno de cada 10 mayores; la pérdida dentaria, la aparición de caries, (que afecta al 100% de los ancianos); la enfermedad periodontal, que la sufre un 37% de los adultos mayores de forma moderada o severa; la retracción de encías, que puede dejar las raíces de los dientes expuestas a un mayor riesgo de caries; y la aparición de cáncer oral, cuya incidencia es de más de 5.000 casos al año.

Según estudios uno de cada cuatro adultos mayores considera que el estado de su salud bucodental es “malo o muy malo”. Sin embargo. “gracias a los conocimientos científicos y a la tecnología actual, es posible disfrutar de una óptima salud oral durante la madurez”.

En este sentido,es importante que los adultos mayores sigan  ciertas pautas de higiene y alimentación, como cepillar los dientes durante dos minutos, dos veces al día como mínimo, usando un cepillo manual o eléctrico y paste dentífrica fluorada e insistiendo en la higiene interdental; si se lleva prótesis removible, hay que limpiarla diariamente; llevar una dieta sana y equilibrada, evitando las bebidas carbonatadas y el azúcar; limitar al máximo el consumo de tabaco y alcohol; realizar autoexploraciones periódicas para detectar bultos, manchas o llagasy visitar al dentista una vez al año, como mínimo.